Tuvimos con mi señora, la grata oportunidad de criar a nuestras niñas con la hermosa afición de hacerlas amante de la literatura toda por sobre la maldita caja atrapa bobos que es la televisión.
Nuestra casa siempre estubo plagada de cuentos, poesía y fábulas a la hora de llamar al Dios Morfeo. Así fueron desfilando de uno a uno los príncipes azules, las búsquedas incesantes del amor, los malvados ogros, las bellas durmientes, princesas, animalitos amigos, etc, etc y etc...
La más chicas de mis pequeños vástagos de existencia de tan solo cinco añitos, tiene la sana costumbre de targiversar todas y cada una de las fábulas de las cuales se vá acordando....y eso (comprenderán) nos causa muchisima gracia a todos.
Hace tan solo dos noches atrás estaba yo junto a su cama, saludandolá, arropandolá y deseandole su tan solicitado "besito de las buenas noches" cuando comenzó a contarme ésto que trataré de expresar tal y como lo recuerdo (con la lógica compostura de mi propia edad), para dejarlo plasmado aquí en estas líneas.
Según sus propios dichos se llama: El Lobo rebuenudo...
Era una bella mañana, el sol resplandecía y hacía que las bellas flores del bosque tomaran todos los colores del arco iris y los utilizaran para hacer mucho más atractivo los senderos (ok..ok...ok...esto es algo que le puse yo nomás...ella tan solo me dijo que había flores al lado del caminito del bosque).
Andaba el lobo rebuenudo, caminando por ahí, viendo a quien podía ayudar...salvar quizá algún animalito atrapado en una zanja, subir los caracoles a los árboles para que no demoren tanto, cortarles el yuyito de los costados a las florcitas (florezitas según mi niña), cuando se acordó que al final del sendero había una abuelita que vivía en una casita chiquita y a la cuál hacía unos días que no veía:
-¿Qué tál si voy a ver a la abuelita del bosque?-preguntó. Pero nadie le contesto porque el lobo estaba solo.
Y se fué para el lado de donde vivía esta señora.
-Laraá...laráaaa lalí lalaáaaaaaa -cantaba el lobo mientras iva caminando hacia allí.
En una curva del camino se encontró con una niñita que llevaba una canastita y que tenía puesta una (¿A QUE NO SE LO IMAGINAN?) EXACCCCCCCCCCCTO.....una caperucita roja.
-¿Adonde vas nenita?-preguntó inocentemente el lobo...
- y a vos que te importa?-contestó cási dulcemente la niñita.
-...yo soy el lobo rebuenudo y voy a visitar a la abuelita que vive al final del camino
-y yo no te pregunté porque no me interesa-contestó esta dulce y tierna niñita, aparte-continuó diciendo- mi papá me dijo que no hable con desconocidos si no estoy con mis padres (lo cuál es muy bueno de enseñar)
-Me voy de mi agüelita...chau
Y el lobito rebuenudo se quedó pensando que iva a hacer, y decidió el tambiénir a visitar la abuelita, pero pensó en llevarle algunas florezitas (según ...)
En el camino se cruzó con Bellota (una de las chicas superpoderosas) que venía ayudandolá a Dora la exploradoda a atrapar a la hormiguita roja.(no me pregunten a mi...no tengo NÍ IDEA!)
Cuando llegó la nenita a la casa de la agüelita lo primero que preguntó es:-ABU....¿tenés yogurt de frutilla
(continuará)