miércoles, 3 de noviembre de 2010

Me cambiaron la bocha....

Desde no hace cuanto tiempo, que vengo escuchando una dulce canción de Jose Luis Perales (que dejo a continuación) y me preguntaba, como era posible de que un tipo, al cuál lo deja la mina, ENCIMA la trata tan tiernamente...hoy día vengo a enterarme de que en realidad la misma está dedicada A SU HIJA, cuando decidió irse a vivir con su novio (o algo así). Aquél que no tiene la grata suerte de tener hijas mujeres (y si ché...por más que reniegue una y mil veces...) no entenderá ni podrá comprender tal vez, el sentimiento que provoca esta canción cuando se la escucha y se comprende su letra. Las mias están ya creciditas...yo estoy ultimamente más liberal que hace unos años...si quieren traer sus novios a casa...que los traigan...pero sólo si los pibes son capaces de abarajarme tres balazos con el pecho...y sin chistar. (si nó...no tiene gracia que los traigan....¿o no?)

lunes, 1 de noviembre de 2010

Dulces 36....

Soy un tipo de 36 años...para un infante sería UN VIEJO....para un adolescente…UN TIPO GRANDE....para un contemporáneo...UN JOVEN....para mayores que yo...UN PENDEJO, y es que la vejez (a criterio personal) es inversamente proporcional a la edad que uno va teniendo ¿no?

Para aquellos que le gustan los números, podrían decir que al haber pasado uno más de la mitad de una década, estoy más cerca de la otra punta que de la que voy dejando…o sea, estoy más cerca de los 40 que de los 30...o más tristemente…cerca del arpa que de la guitarra (como se decía en mi pueblo).

Y es que uno va creciendo, va desarrollándose como persona, va viendo crecer a sus críos, y llega un día (en mi caso hoy) que comienza a plantearse algunas cosas:

* ¿qué he hecho con mi vida?

* ¿logré todo lo que quise?

* ¿podré alcanzar los objetivos que me he propuesto?

y tantas cosas más, que no voy a aburrirlos con estas líneas (en realidad, sigo convencido que este blog lo leo yo...y nadie más)

Particularmente, algunos "desarreglos" (por llamarlos así) del orden corporal o de salud, hacen que uno trate de comenzar a cuidarse, o quererse un poco más, cosa que debería haber hecho desde mi más tierna infancia.

La muerte (esa maldita ladrona de seres amados) en mayor o menor medida nos va "picando cerca", y más aún cuando ya vamos teniendo ciertas edades. No sé, a lo mejor siempre estuvo presente "ahí", pero como que uno (yo) no le daba tanta bola. Hoy día creo que la empiezo a ver con más "respeto", como algo no tan lejano.

Ya seeeeeeeeeeee...aquél que me conoce sabe que soy un tanto "extremista", pero ese extremismo siempre me hizo ser un tipo "precavido".

Es mi intención vivir por muuuuuuuuuuuuchos años más, ...pero nunca se sabe. Lo único que realmente me gustaría ver antes de que mi cuerpo sirva de alimento a las bacterias, es crecidas y desarrolladas (como personas, con sus familias, sus trabajos, sus afectos) a los pequeños pilares de mi existencia...mis hijas.

Lo perturbador y aterrador de la muerte no es la muerte en sí, sino las creencias que tenemos de ella. No tenemos ninguna certeza de lo que nos espera después de ese momento; pero hay una cosa absolutamente segura y cierta: nadie puede eludir la muerte (esto lo leí en alguna parte, y es tan cierto como que nacemos únicamente para terminar muriendo)

Yo, como ves amig@ lector, sigo siendo el mismo, abusando de los signos de puntuación, y las ideas. Y espero seguir así por mucho tiempo...

Según Pedro, mi profesor de filosofía, el texto tiene que hacernos reflexionar respecto algo...no sé qué expectativas tenías para con este...yo solo buscaba hacer un poco de catarsis barata...perdón.