sábado, 3 de septiembre de 2011

Corta y Eterna Amistad...

...levantó las solapas de su sacón se frotó las manos con fuerza y trató de soplar en ellas un poco de aliento cálido.

El tarrito que oficiaba de hervidor, tenía casi a punto dos huevos de cormorán[i] robados de un nido hacía tan solo unos minutos.