martes, 19 de noviembre de 2019
Desde donde me leen...
Interno 113
Me froté las manos con cierta impasibilidad, levanté las solapas de mi sacón y traté inútilmente de quitarme la modorra de encima.
Las calles se encontraban desiertas a esa hora, y muy de vez en cuando la letanía de un motor me hacía mirar para los costados.
Particularmente ese invierno (Julio del 94), me estaba tratando considerablemente mal con respecto al frío.
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