domingo, 19 de mayo de 2024

Yunta e' cucús...

 

En días neblinosos de otoño e invierno, allá por cuando tenía entre 10 y 12 años, a veces los alrededores del pueblo se transformaba en un escenario de caza para nosotros los niños. La mayoría de mis amigos de entonces y yo, salíamos, armados con gomeras (alguna escasa vez, con rifle de aire comprimido) a cazar palomas.

Sombras del tiempo

Desde hace un tiempo, he sentido la presencia constante de un hombre mayor que parece seguirme a todas partes. Sin importar dónde vaya, siempre está ahí, observándome desde una distancia prudente. Lo veo reflejado en las vidrieras de los negocios cuando camino por la calle, y a veces, incluso en las ventanas de mi propia casa cuando paso frente a ellas. Al principio, intenté ignorarlo, atribuyéndolo a meras coincidencias. Sin embargo, su presencia se ha vuelto cada vez más perturbadora.