Yo imagino que una de las pruebas que tendrán algunos psiquiatras para saber si una persona sufre de algún tipo de enfermedad mental, es el hecho de que le agrade pintar CASAS. ¡Sí, sí, esas estructuras demoníacas con techos altos que parecen nunca terminar! Debe ser un algún tipo de tortura psicológica disfrazada de hobby popular.