sábado, 3 de septiembre de 2011

Corta y Eterna Amistad...

...levantó las solapas de su sacón se frotó las manos con fuerza y trató de soplar en ellas un poco de aliento cálido.

El tarrito que oficiaba de hervidor, tenía casi a punto dos huevos de cormorán[i] robados de un nido hacía tan solo unos minutos.

domingo, 24 de julio de 2011

La Casona

Cada vez que Mateo pasaba frente a esa gran casona abandonada allá en el barrio sur, de la mano de su madre o de algún mayor, se preguntaba quien viviría allí, la casona siempre estaba cerrada y solo una de sus celosías permanecía abierta. Una vez creyó ver una joven que lo observaba desde detrás del cristal...pero solo fue un reflejo.

El paso de los años y su crecimiento, lo indujo a pensar (y con buen tino) que en realidad la casa estaba abandonada, pero extrañamente parecía mantenerse impoluta al paso del tiempo.