domingo, 4 de noviembre de 2012

El tiempo no espera...

Ha pasado mucho tiempo, una vida entera quizá, pero hay cosas que uno nunca olvida.

Verán, en mis años de juventud, cuando la sangre aún me ardía en las venas y el mundo parecía un lugar inmenso y lleno de promesas, conocí a una mujer. No cualquier mujer, no… Ella era diferente. Hermosa, sí, pero había algo más. Algo en su mirada, como si siempre estuviera a punto de descubrir un gran secreto o de perder algo importante. Nunca supe qué era exactamente, pero Dios sabe cuánto quise averiguarlo.

sábado, 6 de octubre de 2012

Diario de un Psicopata...


Camino entre ellos. Sus voces se mezclan, insustanciales, como un murmullo de fondo. Cada gesto, cada risa forzada, cada mirada fugaz, es tan transparente para mí. No lo notan, por supuesto. Nunca lo hacen. La vulnerabilidad es tan evidente cuando sabes dónde mirar.