Desde hace un tiempo, he encontrado en la atención plena, o mindfulness, una manera de vivir más en sintonía con el presente. Para mí, el mindfulness es la capacidad de estar consciente de cada momento sin juicios ni distracciones. No se trata solo de respirar profundamente o sentarse en silencio, sino de estar verdaderamente presente en todo lo que hago, apreciando cada experiencia con una mente abierta y receptiva.