-Contame algo- me dijo- ¿cómo fue llegar hasta allí? ¿hasta esa edad? - Su pregunta estaba cargada de una genuina ingenuidad, un tratar de entendernos, esa forma de intentar comprender el mundo sin prejuicios ni dobleces.
Me senté en el borde de su cama y le acaricie la frente, tratando de ser lo más paternal posible… tratando quizá de saber o entender cómo sería eso, ya que no tengo recuerdos de haber recibido caricia similar.