Ayer, fue una jornada que permanecerá grabada en mi memoria por varias cuestiones. Finalmente tuve el coraje de abrirme y dejar salir todo lo que había estado guardando dentro de mí. Fue como si hubiera estado cargando un peso invisible durante mucho tiempo, y finalmente había llegado el momento de soltarlo.
Afortunadamente tuve la oportunidad de sentarme frente a una de las personas con las cuales necesitaba hablar y abrirme completamente. Fue una experiencia liberadora y emocionalmente intensa, una conversación que cambió la dinámica de nuestra relación, espero que para mejor.
Porque solo podemos hablar, cuando la contraparte está dispuesta a escucharnos…