lunes, 7 de julio de 2025

Las Paradojas del Viaje en el Tiempo...

 

¿Alguna vez soñaste con viajar al pasado o al futuro? La idea de movernos a través del tiempo es fascinante, pero también nos lleva a un laberinto de preguntas sin respuesta, a lo que llamamos paradojas. Una paradoja es una situación que, aunque parece lógica, nos lleva a una contradicción. En el viaje en el tiempo, estas contradicciones son el gran dolor de cabeza.

Imaginemos que podés subir a una máquina del tiempo ahora mismo, en julio de 2025 en Argentina. ¿Qué pasaría si intentaras cambiar el pasado o si te encontraras con tu "yo" del futuro?

 

La Famosa Paradoja del Abuelo: ¿Borrarte a Vos Mismo?

La más conocida es la paradoja del abuelo. Es simple: si viajás al pasado y, por alguna razón, impedís que tus abuelos se conozcan o tengan hijos, entonces tus padres nunca nacerían. Y si tus padres no nacen, ¡vos tampoco nacerías!

Pero acá viene el problema: si vos nunca naciste, ¿cómo pudiste viajar al pasado para evitar que tus abuelos se conocieran? Es un círculo vicioso que no tiene solución. Tu existencia depende de un evento que vos mismo impediste.

 

La Paradoja de la Autoconsistencia: El Pasado Inmutable

Ahora, pensemos en otra situación: ¿qué pasa si viajás al pasado para evitar un desastre que sabés que ocurrió? Por ejemplo, recordás que en tu niñez, a los 8 años, un señor (que era tu yo del futuro) te dio un consejo crucial que te salvó de algo importante. Llegás a la edad de ese "señor" y tenés la posibilidad de hacer ese viaje.

Si el tiempo fuera una línea fija, cualquier intento de cambiar el pasado resultaría en que vos sos, en realidad, quien hace que ese evento suceda. Tu visita al pasado sería la causa de que tu yo joven recibiera el consejo. No estás cambiando el pasado; estás cumpliéndolo. Es como un destino preescrito: vos vas al pasado porque ya recordás haber sido visitado. Si no fueras, tu recuerdo sería falso, y ahí empieza el problema.

 

La Paradoja de la Decisión: ¿Podés Elegir No Ir?

Aquí viene la parte interesante. ¿Qué pasa si tenés la posibilidad de viajar al pasado y encontrarte con tu "yo" de 8 años, tal como lo recordás, pero decidís no hacerlo?

  • Si el pasado es inmutable: Tu recuerdo de haber sido visitado significa que el evento ya ocurrió. Si vos elegís no ir, ¿cómo es que tenés ese recuerdo? Tu memoria se volvería una mentira, lo que es una contradicción. En este caso, la única "solución" sería que, por más que quisieras, algo te impediría no ir. Tu libre albedrío, al menos en ese punto, no existiría.
  • La teoría del Multiverso: Esta es una forma popular de "resolver" estas paradojas. Propone que cada vez que alguien viaja en el tiempo o toma una decisión que podría alterar el pasado, se crea una nueva línea de tiempo o un universo paralelo.
    • En tu universo original, el encuentro con tu "yo" del futuro sí ocurrió, y vos tenés ese recuerdo.
    • Pero cuando decidís no ir, lo que hacés es crear un nuevo universo donde ese encuentro nunca sucede. Tu "yo" de 8 años en esa nueva realidad crecerá sin esa visita. Vos seguís existiendo en tu línea de tiempo original, pero creaste una realidad alternativa.

 

¿Realidad o Ficción?

Las paradojas del viaje en el tiempo nos obligan a pensar en la naturaleza misma del tiempo, la causalidad (causa y efecto) y si nuestro destino está fijo o si tenemos el poder de cambiarlo. Si bien son conceptos que surgen mucho en la ciencia ficción, nos invitan a reflexionar sobre cuán complejas pueden ser las leyes del universo.

¿Te animarías a viajar en el tiempo sabiendo que podrías enfrentarte a una de estas paradojas?

 

Esto, mi inestimable y anónimo lector, no es más que el resultado de demasiado tiempo libre, un par de sueños alocados (probablemente cortesía de una noche de excesos gastronómicos), y sobre todo, incontables horas frente a la pantalla. Horas devorando artículos, hilos de foros y teorías, porque, ¿qué mejor manera de sacarse una duda que investigando hasta el cansancio?

Debo confesar que el tema de las paradojas en los viajes en el tiempo me atrapó de una manera obsesiva. Es un fenómeno que, lo mires por donde lo mires y lo interpretes como quieras, resulta absolutamente fascinante. No es solo ciencia ficción; es una gimnasia mental que pone a prueba los límites de nuestra lógica y nos hace cuestionar la mismísima naturaleza de la realidad

¿Y si el tiempo no es lo que creemos? ¿Y si una simple decisión pudiera doblar el universo?