Hay un hombre cuyo corazón late con una intensidad renovada cada vez que piensa en ella. Desde fuera, su conexión parece una sinfonía perfecta de risas compartidas y miradas cómplices. Sin embargo, sé que detrás de esa sonrisa radiante, ella carga el peso de heridas pasadas que han dejado cicatrices profundas en su alma.
Ella es cautelosa, como una mariposa que ha sido quemada por el fuego antes. Tiene miedo de entregarse completamente, de abrir su corazón y exponerse a la posibilidad de ser herida nuevamente. A veces, su temor la hace retroceder, y se vuelve distante mientras lucha con sus propios demonios internos.
Él entiende que ha comenzado a amarla con una ternura que desafía las barreras del tiempo y el dolor. Cada gesto, cada palabra está impregnada con el deseo silencioso de sanar las heridas que no puede ver, pero siente profundamente. No le pide que olvide su pasado ni que ignore sus miedos; en cambio, está allí, paciente y comprensivo, ofreciéndole un refugio seguro donde pueda encontrar consuelo cuando lo necesite.
Cuando están juntos, el mundo parece detenerse. En esos momentos, el amor entre ellos es palpable, una fuerza que une sus corazones en una danza de esperanza y posibilidad. Pero también hay días en los que ella necesita estar sola, para reconciliarse con su dolor y encontrar la fuerza para seguir adelante.
Él comprende esos momentos de retiro y le da espacio, pero nunca se aleja por completo. Observa desde la distancia con una mezcla de admiración y ternura, recordándole con cada mirada que está dispuesto a esperar todo el tiempo que sea necesario. Porque sabe que lo que tienen es único y precioso, algo que vale la pena proteger y cultivar con paciencia y dedicación.
Ojalá que, entre risas y silencios cargados de significado, entre abrazos reconfortantes y miradas que digan más que mil palabras, su historia se teja con hilos de amor y confianza. Que juntos, aprendan a sanar y a crecer, dejando atrás el pasado para abrazar un futuro lleno de promesas y posibilidades infinitas…
Lo que debe ser… que sea… y si no… que el tiempo diga.
(dedicado a un par de amigos...)