La húmeda mañana otoñal envuelve mi pequeño café en un aura de calidez y melancolía. Sentados en la distancia que nos acerca el WhatsApp, mi amiga y yo compartimos nuestras penas y reflexiones, buscando consuelo en la compañía mutua. Le hablo con suavidad, tratando de transmitirle la importancia de aprender a dejar ir el recuerdo de su difunto padre, pero ella tiene una historia que compartir, una historia que nunca antes me había revelado.