La expresión abierta de sentimientos es algo que suele sorprender a la gente, ya que no es “demasiado” común en nuestra sociedad actual. Entonces, si yo hago público mi amor por una persona, algunos incluso pueden reaccionar con burlas ante esta sinceridad emocional, pero personalmente es algo que no me preocupa en lo más mínimo.
Cuando expresamos nuestro afecto hacia alguien, ya sea un amigo, un familiar o alguien cercano, no siempre es bien recibido de inmediato. Algunas personas pasan por un proceso de comprensión y pueden interpretar segundas intenciones donde no las hay.
En los últimos años, he decidido hacer público mis sentimientos hacia aquellos que aprecio. No me sirve guardar silencio al respecto, ya que expresarme me brinda una sensación de bienestar personal. Algunos hasta podrían considerarlo un acto egoísta de mi parte, es simplemente una forma de sentirme bien conmigo mismo.
Entiendo que no todos comprenden esta necesidad de expresión emocional, pero aquellos que me conocen y me valoran ya están acostumbrados a ello. Mis amigos cercanos, familiares y pareja saben que soy alguien que no oculta lo que siente, y esto no solo me beneficia a mí, sino que también contribuye al bienestar de ellos en cierta medida, ya que la transparencia emocional fomenta la confianza y la conexión en las relaciones interpersonales, lo que puede generar un ambiente más positivo y enriquecedor para todas las partes involucradas.
Animo a todos a expresar sus sentimientos sin reservas, ya que nunca sabemos cuánto tiempo nos queda en esta vida. No sé si tengo 10 años más, 10 meses, 10 minutos, o si mi vida física termina desde el mismo momento que termino de escribir esto, o incluso no sé si puedo llegar a publicarlo y no me pasa algo en el camino. No podemos saberlo, nadie puede saberlo con certeza.
De poder hacerlo seguramente haríamos algo al respecto, nos preocuparíamos mucho más, o inclusive sería quizás demasiado aburrido, cada uno sabe cómo lo tomaría.
Si pudiéramos prever nuestro futuro con certeza, probablemente actuaríamos de manera diferente, pero al no poder hacerlo, creo que es importante aprovechar cada momento para comunicarnos sinceramente con quienes nos importan.
En última instancia, la expresión sincera de nuestros sentimientos no solo refleja nuestra autenticidad como individuos, sino que también trasciende las barreras de la comunicación superficial, permitiéndonos conectar verdaderamente con los demás en un nivel más profundo y significativo.
En un mundo donde el tiempo es incierto y la vida efímera, la capacidad de expresar y recibir amor, gratitud y afecto se convierte en un recordatorio vívido de nuestra humanidad compartida y de la importancia de vivir cada momento con plenitud y honestidad emocional. En este sentido, la valentía de ser vulnerables nos lleva a un viaje de auto descubrimiento y conexión con el mundo que nos rodea, donde la belleza y la riqueza de la experiencia humana se revelan en toda su magnitud.