Me miro las manos. Por las venas, que a esta altura ya se marcan, corren los años, los desamores, las frustraciones. Es la sangre de un hombre de 51, la que late al ritmo de la melancolía. Siempre pensé que me había endurecido, que el abandono, en sus distintas formas, había cincelado en mí una coraza inquebrantable. Ya no había lugar para el dolor. O eso creía...
lunes, 11 de agosto de 2025
martes, 5 de agosto de 2025
Casi "orgasmico"...
Como alguien que ha navegado durante años por los vastos océanos de las palabras, he aprendido a identificar sus corrientes más profundas y sus remolinos más cautivadores. Para mí, hay una forma de leer que va más allá de simplemente entender: es una inmersión en el texto que se convierte en una experiencia casi física, un placer tan primitivo y abrumador que roza lo inefable.
No me refiero solo al disfrute de una trama bien construida o de una prosa brillante, sino a algo que penetra más hondo: una resonancia que sacude la esencia misma del ser.
sábado, 2 de agosto de 2025
SOÑAR BONITO...
Hoy, en el trabajo, una señora bajó a desayunar con una sonrisa que le iluminaba toda la cara. Saludó a todo el mundo con una alegría contagiosa que casi se podía tocar. Una de mis colegas, viéndola pasar, me susurró: "Qué contenta baja". Y a mí, sin pensarlo, me salió una frase que siempre decía mi abuelo: "Soñó lindo".
sábado, 26 de julio de 2025
Si molestás al perro...
Hay una pregunta que parece simple, pero encierra más verdad de la que muchos quieren admitir:
Si molestás a un perro que ya hiciste enojar, y seguís provocándolo, ¿es raro que te termine mordiendo?
No, no lo es. Es absolutamente lógico.
viernes, 18 de julio de 2025
Ahora resulta...
...que el malo soy yo....
Me han preguntado si me volví insensible, egoísta o incluso cruel por el cambio que he experimentado en mi forma de relacionarme con los demás. La verdad es que la gente que me conoce bien sabe que no soy ni malvado ni indiferente. Lo que sucede es que llegué a un punto donde decidí empezar a tratar a los demás tal como siento que me tratan a mí. Me di cuenta de que el mundo no siempre responde con la misma generosidad o respeto con que yo trato a los demás, y eso me llevó a replantear mi actitud. No se trata de ser malo, sino de reconocer que mis acciones tienen que reflejar lo que realmente recibo.