sábado, 8 de noviembre de 2025

Soltar

 

Ya no hay más que hacer ni más que intentar. Nuestro camino juntos llegó a su fin, y me doy cuenta de que quedarme sería solo prolongar el desgaste.

He hablado, he pedido, he explicado lo que me duele y lo que necesito… y aun así, nada cambió. Me cansé de esperar gestos que nunca llegaron y de justificar ausencias que ya no tienen sentido.

Aun así, te agradezco. Porque sin saberlo, me enseñaste a reconocer mi valor, a cuidar de mí, a no conformarme con migajas emocionales. Gracias a ti entendí que el amor, no se suplica.

Durante mucho tiempo te idealicé; te vestí con virtudes que yo mismo inventé, te puse en un lugar al que te subí con mis propias manos. Pero hoy lo veo con claridad, y quizá un dejo de frialdad: lo que amaba no eras tú, sino la versión que mi corazón creó de ti.

Por eso, hoy cierro este capítulo con paz.
Me elijo a mí.
Elijo sanar, elijo crecer, elijo volver a creer en mí y en el amor que puedo darme.

Te deseo lo mejor. Que encuentres la felicidad en los lugares y personas que te hagan sentir viva. Hoy te dejo en libertad, para que vayas y hagas todas aquellas cosas por las cuales no estas dispuesta a cambiar, que te rodees de aquella gente que pueden brindarte aquella pasión que conmigo no tenías.
Yo haré lo mismo: construiré mi bienestar, mi calma y mi camino, sin rencor, sin culpa, sin mirar atrás.

Gracias por lo vivido, por lo aprendido, por los momentos buenos y también por los difíciles.
Gracias, porque al final, de esta historia salgo más fuerte, más consciente y más mío que nunca.

 

Hoy elijo soltar...