sábado, 2 de julio de 2022

La Luz mala... (CORREGIDO)


Estaba montando la yegua de mi mujer (no sean mal pensados... la tordilla está mal de la pata y ando ensillando una yegua que es "propiedad" de mi señora esposa, que Dios la tenga en la gloria de las que amasan el pan a las seis de la mañana...), decía que estaba montando la susodicha yegua, cuando de repente, en la oscuridad de la noche nocturna, alláaaaa a lo lejos vi una luz que se venía.

 

 

viernes, 1 de julio de 2022

Rutina

Suena el despertador, apago, arriba… rutina.

La cara, los dientes, fajina… rutina

El fresco, el saludo y el auto, trabajo…rutina

Muchas gracias, vuelva pronto, que tenga un buen día… rutina

 

El timbre, el horario, almuerzo… rutina.

¿ya está?, ¿comiste?, ¿tan pronto?... rutina.

Horario, relevo, afuera…rutina.

La siesta, el gimnasio, estudio… rutina.

 

Se llega, se limpia-acomoda… rutina.

Departamento, la noche, cena para uno… rutina.

Se escribe, se lee, y el sueño no llega… rutina.

Se piensa, se extraña, … SE SIGUE ADELANTE

 

RUTINA

 

jueves, 30 de junio de 2022

EL IDIOMA (corregido)

 

(para entender por "fonética")

 

 

Estaba haciendo lo del Tero (que pone el huevo en un lado y se pone a chillar en otro) ... me había tirado un pedo en la cocina y me fui para el patio para que le echen la culpa al Álvaro.  

En eso veo allá a lo lejos la polvareda por el camino y entré para buscar la boina (me gusta estar presentable) justo en el momento en que el Álvaro se había tirado FLORRR DE PEDO...y esta vuelta me echaron la culpa a mí. 

¿Qué pasó en Basavilbaso?

 

-Desde muy chicos se nos había sugerido no decir ni consultar nada referente a Entre Ríos, más precisamente a BASAVILBASO, y de lo que ahí podría haber sucedido con el viejo “mulita” Tapia, un peón de la estancia LOS CARRIZOS donde yo vivía, pero imagínense que a más de sesenta años de aquella desafortunada tarde en que se me ocurrió indagar sobre aquello, todavía lo recuerdo como si fuera ayer – dicen que comenzó el relato el ya finado Dionisio Motera.  

viernes, 20 de mayo de 2022

El “COME”…

 


Debían ser entre las nueve y las diez, a juzgar por la altura del sol otoñal que le daba de lleno en la cara. Inútilmente iba a ser que intentase levantarse de un solo movimiento, el sopor de sus sentidos no iba a permitírselo.

Emilio Garay comenzó a repasar los eventos que lo llevaron a encontrarse en este estado, tan lentamente como su propio cerebro doliente se lo fue permitiendo.