A decir verdad, jamás supe a ciencia cierta de donde era Hilario Osuna. Lo cierto es que allá por los 80s cuando llego al pago, se lo empezó a hacer conocido con el mote de “El Paraguayo”, y como nadie tuvo la posibilidad (o la audacia) de preguntarle, pues, todo quedo en eso.
Se había aquerenciado en una de las islas que quedan entre Campo Andino, Los Cerillos y San Pedro (sobre la laguna homónima), y lo que empezó siendo tan solo un corte de rancho, se transformó con el paso del tiempo en una casa de adobe echa y derecha.