lunes, 9 de junio de 2025

Un triste cumpleaños....

 

La pérdida de un ser querido es, sin lugar a dudas, uno de los momentos más complejos que podemos experimentar en la vida. "Emotivo" y "doloroso" no son ni de lejos las únicas palabras que podrían describirlo, pero creo que son de las que más se ajustan. Emotivo porque se trata de algo profundamente humano, que toca fibras internas que quizás ni siquiera sabíamos que existían. Y doloroso, porque la ausencia física de alguien que fue parte esencial de nuestra existencia deja un vacío que no se llena con facilidad.

miércoles, 4 de junio de 2025

Si la misma muerte...

 

Si la muerte se sentara junto a ti, y te dijera:

-Termina de comer, es hora de irnos…

¿Qué le responderías?

 

La miraría a los ojos, le correría una silla invitándola y le diría: 

Sentate, destapate un vino. Acompañame en esta velada, degusta estos alimentos a mi lado. Contame de vos mientras te escucho con atención individua, mi enfoque total está en vos, en este corte de carne, y en este vino.

Le miraría sin miedo, pero con la serenidad que solo da el paso del tiempo, y le invitaría a quedarse, a acompañarme. No quiero que apresure ese momento.

lunes, 2 de junio de 2025

Amor echo lágrima…

 

Considero que el acto de llorar, sea quizá el primer acto de reconocer y demostrar nuestros propios sentimientos…

Estuve averiguando un poco (y agradezco la ayuda de la gente de https://www.psico.org)  y resulta que el llanto humano, aunque parece una simple reacción emocional, es un fenómeno neurofisiológico y psicológico complejo, que involucra tanto un origen emocional, como un procesamiento cerebral, para así conseguir una respuesta fisiológica. En definitiva: El llanto es una reacción biológica a emociones intensas, donde el cerebro activa el sistema nervioso y produce una descarga física (lágrimas, temblores, respiración) con una función reguladora y comunicativa.

sábado, 31 de mayo de 2025

Hasta luego ...

  

Hay pérdidas que no se gritan, se sienten en silencio.
Cuando alguien querido se va, algo se corre adentro, como si el alma perdiera el equilibrio por un segundo y no supiera bien cómo volver a pararse.

No importa cuántas veces hayamos compartido una mesa, una charla, una risa o un silencio. Siempre queda la sensación de que faltó una más. Una más para decirle lo que nunca dijimos, o para repetir lo que tantas veces dijimos pero ahora suena distinto: te quiero, te agradezco, estoy acá.

Falta de Apoyo

 

En momentos de profunda tristeza y dolor, cuando la vida nos pone ante desafíos tan grandes como la pérdida o el sufrimiento de un ser querido, uno espera que las personas que nos rodean, especialmente aquellas con las que compartimos un entorno cercano, ofrezcan comprensión y apoyo. Sin embargo, a veces nos encontramos con la cruda realidad de que la empatía no siempre está presente en el lugar donde más la necesitamos.