En las fértiles tierras de este lugar del litoral argentino, perdido entre la inmensidad de la naturaleza, emerge el encantador pueblo de Santa Rosa de Calchines. Fundado en los albores del siglo XVII, en los tiempos tumultuosos de la colonización española, este remanso de paz ha sido testigo silencioso del devenir de la historia y las tradiciones ancestrales que lo han moldeado a lo largo de los siglos.