De todas aquellas certidumbres con las que creemos contar en esta efímera vida, ninguna es tan cierta, tan tangible y tan real, que la de nuestra propia finitud.
De todas aquellas certidumbres con las que creemos contar en esta efímera vida, ninguna es tan cierta, tan tangible y tan real, que la de nuestra propia finitud.
Días pasados
participe de un encuentro Nacional de danzas folclóricas, y cada vez que ello
sucede me “prometo” sentarme a escribir algo al respecto.
El día lluvioso, la falta de incentivo a ponerme a hacer algo mejor o más productivo (cuac) hacen que me encuentre en esta tarde, frente al pc nombrando algunas cuestiones inherentes a ese tema.
…o mera catarsis de un Sábado poco agraciado.
“A la mayoría de la gente le molestan los todólogos, aquellos que saben o dicen saber, un poco de todo (me dijeron hace un tiempo…”
Continuacion de: https://kadaricosas.blogspot.com/2023/03/hilario-osuna-el-paraguayo.html
Mba'ére piko reñeha'ã chereja, che guaina, ndereguerekóipa opa mba'e reha'arõva?
Continuación de: https://kadaricosas.blogspot.com/2023/03/hilario-osuna-el-paraguayo.html
¿Porque quisiste dejarme solo mi guaina?, ¿acaso no tenías todo lo que esperabas?
Si desde hace años que venía esperándote, solo buscaba tener una oportunidad de tenerte, y hacerte mía.
Y vos estuviste de acuerdo.
Si desde hace años que venía esperándote, solo buscaba tener una oportunidad de tenerte, y hacerte mía.
Y vos estuviste de acuerdo.
A decir verdad, jamás supe a ciencia cierta de donde era Hilario Osuna. Lo cierto es que allá por los 80s cuando llego al pago, se lo empezó a hacer conocido con el mote de “El Paraguayo”, y como nadie tuvo la posibilidad (o la audacia) de preguntarle, pues, todo quedo en eso.
Se había aquerenciado en una de las islas que quedan entre Campo Andino, Los Cerillos y San Pedro (sobre la laguna homónima), y lo que empezó siendo tan solo un corte de rancho, se transformó con el paso del tiempo en una casa de adobe echa y derecha.
Hace ya un par de años, que vengo buscando un cuento que debo haber leído cuando contaba con unos 12 años quizá.
Había incluso visitado la hemeroteca del Diario el Litoral, ya que recordaba haberlo echo (leído) en una de sus ediciones, pero jamas pude encontrarlo.
Tanto es así, que allá por Septiembre del 2020 decidí publicar (luego de mucho investigar respecto a lugares, climas y algunos etc mas que no vienen al caso) aquel cuento, tal cual y como yo lo recordaba, y lo hice bajo el titulo "LA PARTIDA DE AJEDREZ" (ver, presionando el nombre)
Lo cierto es que hoy, y casi de casualidad (leyendo otras cuestiones), me encuentro GRATAMENTE SORPRENDIDO, al hallar en un blog (al que comenzare a seguir de ahora en más), aquel cuento corto, producto de mis memorias:
El mismo lleva por nombre LA PARTIDA (ver, presionando el nombre), y es producto de la pluma de Jorge Ignacio Covarrubias.
Desde ya, y desde aquí, mi reconocimiento y agradecimiento al bloguero GUILLERMO MAYR, por su aporte a la cultura....
¿Que soy un bicho raro?
Tal vez si… no lo sé. Quizá sea dependiendo con que ojos me estén mirando…
Y es que mi vida se basa en dos preceptos fundamentales, y ante los que me guio, apoyo, y forman parte de mi propia existencia:
RESPETO y LEALTAD