Hace poco fui invitado a formar parte de un grupo de filosofía. Acepté, aunque no soy filósofo de profesión, porque siempre me ha gustado cuestionar y cuestionarme algunas verdades de la vida. Pero esto me hizo preguntarme: ¿eso me convierte en un filósofo?
Desde mi humilde lugar de hacedor de lectores, intentaré dar una versión sencilla -quizás demasiado sencilla-de lo que yo mismo entiendo por filosofía. No pretendo dar respuestas definitivas, sino compartir una mirada accesible a este mundo del pensamiento que, de una manera u otra, nos toca a todos.
¿Qué es la filosofía y por qué es importante?
La filosofía es el estudio de las preguntas más profundas sobre la vida, el conocimiento, la verdad y la existencia. En pocas palabras, la filosofía nos ayuda a entender el mundo y nuestro papel en él. La palabra "filosofía" viene del griego y significa "amor por la sabiduría". Los filósofos son personas que buscan respuestas a grandes preguntas, como: ¿Qué es la felicidad? ¿Cómo sabemos si algo es justo o injusto? ¿Qué significa tener una buena vida?
No es una ciencia en el mismo sentido que la física o la biología. Mientras que las ciencias buscan explicar el mundo a través de experimentos y datos medibles, la filosofía se enfoca en cuestionar y analizar conceptos fundamentales sobre la realidad, el conocimiento y la existencia.
Sin embargo, la filosofía sí tiene una metodología rigurosa basada en la lógica y el razonamiento crítico, lo que la hace cercana a las ciencias en cuanto a su forma de pensar. De hecho, muchas ciencias surgieron de preguntas filosóficas.
¿Pero, para qué nos sirve la filosofía en el día a día?
Aunque muchas personas creen que la filosofía es algo complicado o que solo se estudia en los libros, en realidad, todos usamos la filosofía en nuestra vida diaria, aunque no nos demos cuenta. Por ejemplo:
Para tomar mejores decisiones: Cuando reflexionamos sobre lo que es correcto o incorrecto, estamos usando la filosofía. Antes de tomar una decisión importante, pensamos en las consecuencias, en lo que es justo y en lo que realmente queremos.
Para aprender a pensar mejor: La filosofía nos enseña a hacer preguntas, analizar diferentes puntos de vista y encontrar respuestas lógicas. Nos ayuda a no creer todo lo que nos dicen sin antes cuestionarlo.
Conocer diferentes formas de ver el mundo: Nos permite entender otras culturas, religiones e ideas, ayudándonos a ser más tolerantes y abiertos de mente.
A buscar el sentido de la vida: Muchas veces nos preguntamos por qué estamos aquí o cuál es nuestro propósito. La filosofía nos ayuda a reflexionar sobre estas preguntas y encontrar respuestas que nos hagan sentir mejor.
Resolver problemas de manera creativa: Cuestionar las cosas nos lleva a encontrar soluciones originales y a pensar de manera diferente.
Cualquier persona puede ser filósofo. La realidad es que no es necesario estudiar en una universidad para ser filósofo (NdE: Ruego me disculpen los estudiantes y filósofos recibidos por decir que no es necesario estudiar esta disciplina (o este campo del conocimiento), pero la verdad es que todos podemos filosofar. Aunque el estudio formal de la filosofía nos da herramientas más profundas, cualquier persona que se haga preguntas sobre la vida y busque respuestas con razonamiento ya está practicando la filosofía. Según mi propia interpretación del asunto). Todos los seres humanos tenemos la capacidad de preguntarnos cosas y buscar respuestas. Desde niños nos hacemos preguntas como "¿Por qué el cielo es azul?" o "¿Qué pasa cuando morimos?". Hacer preguntas y tratar de entender el mundo es parte de lo que nos hace humanos.
Algunos filósofos famosos, como Sócrates, decían que la mejor manera de aprender es cuestionando todo. Así que, si alguna vez te has preguntado por qué las cosas son como son o cómo podría ser el mundo mejor, ya has empezado a filosofar.
La filosofía no es solo un tema de libros antiguos o de personas que usan palabras difíciles. Es una herramienta que todos podemos usar en nuestro día a día para tomar mejores decisiones, pensar con claridad y encontrar nuestro propio camino en la vida. Si alguna vez te has hecho una pregunta importante sobre la vida, felicidades: ya estás practicando la filosofía.